martes, 24 de mayo de 2011

Desilusionado

Estoy desilusionado. Esperaba que el fenómeno 15 M tuviese un impacto más significativo en las elecciones del domingo pasado. No fue así. Es verdad que el voto del descontento marcó un hito histórico, pero la sensación de que las cosas podían cambiar no ha terminado de fraguar. La insufrible crisis económica, el voto de castigo al PSOE y la fidelidad absurda a la derecha han lastrado el avance de la indignación.


El panorama actual es poco alagüeño. Primero hay que ver si las demandas que se lanzaron sobre la reforma electoral y los cambios estructurales en el sistema llegan a formularse de forma adecuada por estos grupos, y luego, algo que me preocupa aún más, iluso de mí, es que hay que aceptar que España no es un país de izquierdas; existe una indefinición política que lleva a muchas personas a votar al PP, a la sociedad española en su mayoría no le disgusta que las políticas conservadoras marquen los designios de nuestro futuro, donde siga mandando el que más dinero tenga, agrandandose las diferencias sociales. Esto es así. Si la mayoría fuese de izquierdas, jamás votaría a la derecha, vale que tampoco al PSOE, que no representa nada que mereza la pena y se ha convirtiendo en la imagen grotesca de lo que un día fueron, pero las decisiones de la gente irían por otros derroteros.


Y ahora yo me pregunto: ¿conseguiran los indignados convencer realmente a los españoles de un cambio posible; a los apesadumbrados votantes de izquierda, a los votantes de derechas, que no realizan una crítica activa de su partido, que hagan lo que hagan siempre los van a votar? ¿ostentará el PSOE la bandera de la renovación, reestructurandose internamente y proponiendo esos cambios en el sistema, cuando lo que desean es aferrarse a sus cómodos asientos? ¿Qué mensaje lanzará el PSOE para convencer a la ciudadanía cuando ha mentido tanto? ¿ofrecerá el PP algo, algun proyecto esperanzador?

"Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría no podrá morir nunca" JOSÉ HIERRO