En estos tiempos de cambios estructurales en la sociedad, como pueda ser el acceso pleno de la mujer al mercado laboral, las separaciones cada vez más accesibles, la aparición de núcleos familiares más diversos... hacen que sea necesario una refundación del concepto de familia. Y para evitar que las voces que defienden este ideal ancestral no hagan un alegato en contra del resto, como si fuesen de segunda división, como si fuesen los destructores de la esencia familiar, es imprescindible que todas aquellos hogares formados por ateos, personas solas, los que pasan de la religión, divorciados, homosexuales, etc., reclamen su lugar y sean igualmente reconocidos.
Hay que decirlo claramente y a voz en cuello. Nada de esto es cómo nos lo pintan, hay que pararlo. No puede ser que la familia sólo sea propiedad de unos cuantos y el resto no cuente. Son miles y miles las que sin estar encuadradas en el modelo típico, con dinámicas de convivencia poco convencionales, transmiten los mismos u otros valores fundamentales para que sus miembros, y en especial los más pequeños, se vean reconocidos e integrados en esta sociedad en ocasiones tan injusta, desarrollándose en un entorno de confianza y formándose como personas autónomas, felices y maduras.
1 comentario:
Estoy completamente de acuerdo, yo TAMBIEN considero mi familia UNA FAMILIA, aunque sea monoparental,y todo lo que quieran decir,, ciertamente me considero una famlia desde que me divorcié, antes no.
Saludos
M.J.
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